--
En la red del silencio
se apostan claridades que adormecen
el paradigma inmóvil de lo audaz
mientras el sueño escucha
quejumbres de la nada.
Sólo el tiempo en quietud,
sólo ascensos del alma por lugares vacíos,
sin huellas, sorprendiéndose,
como el candor de un niño.
Cuánta sombra de amor
grita la ausencia,
hay noches que la musa palidece,
igual que lo enfermizo de un poema,
me pronuncia al final
mirándome de frente
(esa luz que corona el pensamiento,
que nunca fue razón sino lo que se observa)
mmb